Auténtico pan rallado amarillo y blanco

Además de su textura crujiente, el panko ofrece varios beneficios nutricionales. Generalmente es bajo en grasas y calorías en comparación con el pan rallado tradicional, lo que lo convierte en una opción más saludable para quienes buscan reducir su consumo de calorías. El panko se elabora típicamente con pan blanco refinado, que puede carecer de fibra, pero existen versiones integrales o multigrano para quienes buscan más fibra y nutrientes. Además, el panko es naturalmente libre de gluten si se elabora con pan sin gluten, lo que ofrece una alternativa para personas con intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.

La versatilidad del panko brilla en la cocina, convirtiéndolo en un ingrediente indispensable para una amplia gama de platos, especialmente para freír. Una de sus cualidades más notables es su capacidad para formar una capa ligera y aireada que no solo realza la textura, sino que también ayuda a retener la humedad en el alimento. Esto crea el equilibrio perfecto: crujiente por fuera, jugoso y tierno por dentro. Ya sea que fría camarones, filetes de pollo o incluso verduras, el panko ofrece esa textura crujiente ideal sin absorber demasiado aceite, haciendo que los alimentos fritos sean más ligeros y menos grasosos. Pero sus beneficios van más allá de freír. También se puede usar en repostería y guisos, donde es un excelente aderezo. Al espolvorearlo sobre un plato o gratinados horneados, el panko crea una corteza dorada y crujiente que aporta un toque visual y un crujiente delicioso. Incluso puede mezclar panko con condimentos para crear cortezas sabrosas que realzan el pescado, el pollo o las verduras al horno.